Aunque edificado en estilo gótico flamígero, el templo ha sido objeto de numerosas remodelaciones como consecuencia de los repetidos saqueos e incendios. En el interior destacan el púlpito de madera tallada (1649-1664), la cancela de cobre dorado del coro (obra maestra de Johannes Lutma) y la caja del órgano principal (hacia 1650). La iglesia, escenario de la entronización de los soberanos desde Guillermo I en 1815 hasta Guillermo Alejandro en 2013, sirve de marco hoy a exposiciones de gran calado.