El barrio representa la evolución urbana experimentada por la ciudad a partir del s. XIX, marcada entonces por la influencia europea. Carece de monumentos destacables, aunque sí cuenta con espacios de proporciones gigantescas como la plaza Ramsés, al norte, inundada por la densísima circulación. La misma impresión causa la plaza Al-Gumhuriyya, donde se erige el gigantesco palacio Abdine, o también la plaza Tahrir, tercer vértice del triángulo, al oeste, que alberga el Museo Egipcio. La plaza Ataba, se aparta un poco de esta línea, abriéndose hacia los barrios más antiguos de El Cairo...