Este castillo es uno de los raros ejemplos de defensa musulmana construidos en Jordania. Erigido hacia 1184 por un pariente de Saladino (Izz al-Din Usama), el castillo de Rabadh estaba destinado a frenar a los cruzados, cuyo puesto más avanzado se hallaba en Belvoir, al otro lado del Jordán. Ampliado treinta años más tarde, en 1260 caía en manos de los mogoles. Transformado en puesto administrativo, en el s. XIX sufrió un violento seísmo, tras lo cual, en 1929, empezó a ser restaurado. Subiendo a la derecha por entre las ruinas se llega a una plataforma que ofrece una bella vista de la zona.