Al salir de Salerno nos encontramos con horizontes inhabitados y playas desiertas extendiéndose hasta el infinito. En sorprendente contraste con el resto de la región, este trozo de Campania es el reino de los grandes espacios. El territorio del parque nacional abarca más de 1 780 km2 desde la costa tirrena hasta el Vallo di Diano. Esta tierra de pueblos aislados y caminos solitarios encierra tesoros ocultos, entre ellos la mayor cartuja de Italia, la de Padula, y las grutas de Castelcivita y Pertosa, de formaciones geológicas oníricas.