La catedral de Acerenza, edificada en 1080, luce una fachada desnuda casi de todo adorno flanqueada por un robusto campanario del ss. XVI. En el interior, el coro, rodeado por un deambularlo de capillas radiales, recuerda la arquitectura cluniacense. Admire la Madonna del Rosario y la Pietà de Antonio Stabile (brazo derecho e izquierdo del transepto). La opulenta Cappella Ferrillo (1524), por debajo del presbiterio, anuncia la transición hacia el Renacimiento. El cercano Belvedere Torretta ofrece bellísimas vistas.