Recubierto por una tupida vegetación, el macizo de Troodos es el corazón montañoso de la isla. Aquí acuden los chipriotas en verano en busca de frescor y en invierno a esquiar por las laderas del monte Olimpo, punto culminante de Chipre (1.952 m de altitud). El macizo es también ideal para la práctica del senderismo: 3 senderos señalizados con poca dificultad parten del cruce del Troodos. Sus verdes valles están salpicados de decenas de capillas, algunas de ellas con auténticos tesoros pictóricos.