En el desfiladero del Gesäuse resuena el murmullo de las aguas del Enns deslizándose de roca en roca. El tramo de carretera entre Liezen y Admont discurre sinuoso por un amplio corredor antes de que los dos bulbos del santuario de Frauenberg, plantado en su altozano, formen un primer plano para el Großer Buchstein y el Hochtor, las cimas que enmarcan el desfiladero del Gesäuse y las vertiginosas escarpas que en él se suceden. La entrada rocosa al desfiladero se ve al llegar a Admont, donde se levanta un magnífico monasterio.