Si te apetece una experiencia gastronómica real, pero que también sea asequible… ¡aquí tienes una gran oportunidad! El local, con curiosos detalles decorativos tanto del surrealismo como de la estética punk (encontrarás guiños a Salvador Dalí y una sorprendente colección de patitos de goma, muchos hasta con cresta), está llevado por el chef Franchesko Vera Morales, que defiende la cocina aragonesa reinterpretándola desde su personal y un tanto loca creatividad. La propuesta, presentada siempre en una vajilla muy divertida, toma cuerpo en un único menú degustación sorpresa (17 pases) que busca, ante todo, exaltar tres ideas fundamentales: producto, técnica y concepto. ¡Ojo, que piden puntualidad y es un sitio para ir con tiempo!