En un castillo del s. XV situado en un caserío medieval y con vistas a las majestuosas colinas que lo rodean, el chef recurre a ingredientes de la zona preferentemente de temporada para dar vida a unos menús de degustación que, combinándose con las pinturas y el arte al aire libre, ponen el foco en la calidad y en la fantasía: platos de carne y de pescado fieles a la tradición italiana.
- Los inspectores de la Guía MICHELIN