Este antiguo criadero de gusanos de seda de piedra blanca propone una buena cocina regional y mediterránea: lengua de ternera con salsa gribiche, paté de caballa con limón y eneldo, riñones de ternera… Son platos que se degustan de buena gana y que en verano podrá saborear a la sombra del viejo cedro de la bonita terraza. Precios sin competencia a mediodía.
- Los inspectores de la Guía MICHELIN