Este restaurante propone una cocina fuertemente anclada en la región, aunque abierta al mismo tiempo a las influencias extranjeras. Entre los platos, podemos citar por ejemplo el dúo de pollo criado con maíz molido del valle del Rin o los tallarines caseros con langostinos tigre. Tanto el elegante comedor como la terraza cubierta resultan de lo más agradable. Carta más escueta para almorzar.
- Los inspectores de la Guía MICHELIN