¿Una experiencia gastronómica con vistas de postal al mar? Acérquese al Sardinero, pues sobre la misma playa, en el piso superior del edificio conocido como Cormorán, El Serbal ansía avanzar hacia la excelencia.Aquí, ahora de la mano del chef José Ramón Bustamante, con raíces cántabras y mexicanas, defienden la honestidad desde una de sus premisas: "que el cliente se sienta feliz y quiera volver". La carta, bien complementada por dos menús (Gastronómico y Degustación), exalta los fabulosos pescados del Cantábrico (cantados en la mesa, pues se compran a diario en la lonja) y procura dar aún más visibilidad al producto autóctono, con especial atención a las suculentas carnes de las reses de raza Tudanca. ¡En la planta baja tienen un espacio más informal, tipo bistró, llamado Querida Mar!