En el centro de La Granja, frente a la oficina de Correos y a escasos minutos andando tanto del Palacio Real como de sus bellísimos jardines. El nombre no es un detalle baladí, pues ocupa un edificio con solera que dio cobijo tanto a la plomería del Real Sitio como al antiguo hospital. Hoy, tras una gran labor de interiorismo, se presenta con varios espacios de singular rusticidad: el bar, el comedor principal donde estaba la fragua, la terraza-patio de la enfermería... ¿Su propuesta? Servicio a la carta (nos han gustado especialmente los Raviolis de rabo de toro y salsa de foie) y dos menús de cocina tradicional actualizada, uno a tu elección y otro más amplio denominado XL.