Este establecimiento del valle de San Gabriel no es la típica cabaña de los antiguos pescadores y recolectores de ostras, pero sigue siendo un paraíso del marisco, siempre que a uno no le importen los sabores y cocinas chinos, tailandeses, camboyanos y vietnamitas. Empiece con una sopa agria y caliente antes de tomar unos fideos de arroz con marisco. El cangrejo con sal, pimienta, montones de chiles, cebolletas picadas y ajos fritos es una mezcla deliciosa, sin olvidar la gigantesca langosta por la que viene todo el mundo. Esta especialidad de Newport se fríe en un wok y se sirve con jalapeños, cebolletas y mantequilla clarificada. Por esta épica y jugosísima criatura, con un peso mínimo de dos kilos, vale la pena arruinar su mejor camisa.
- Los inspectores de la Guía MICHELIN