Una estrella MICHELIN: una cocina de gran fineza. ¡Compensa pararse!
Productos de primera calidad, una evidente fineza en la elaboración, sabores marcados y una notable regularidad en la confección de los platos.
Aunque la pasión por la repostería nunca lo haya abandonado, ahora el chef –con experiencia en algunos de los locales más prometedores de la Bota– se mueve con soltura en el ámbito de una cocina mediterránea y creativa que saca pleno partido de las riquezas enogastronómicas que atesora la región.
- Los inspectores de la Guía MICHELIN