En Francia, los aficionados al concurso televisivo Top Chef conocen por fuerza a Pierre Sang, finalista de la edición 2011. El joven vuelve a hacer gala de su simpatía proponiendo una cocina sensible y hecha para compartir. Los ingredientes provienen de las tiendas vecinas y quien viene lo hace como un amigo (no admite reservas). Un lugar de lo más agradable.
- Los inspectores de la Guía MICHELIN