Jérôme Nutile propone en el anexo de su local estrellado una pizarra que se amolda al mercado para dar cabida a golosos platos que revisitan los clásicos desde una óptica bistronómica. ¿Algún ejemplo? La tosta de manitas y pestorejo con aceite de trufa, el pescado del día procedente de Grau-du-Roi o la isla flotante con pralinés rosas y cabello de ángel.
- Los inspectores de la Guía MICHELIN