Christophe François, prototipo mismo del chef apasionado y… apasionante, cultiva en su local un sencillo estilo de bistró tanto en la decoración –viejo suelo de parqué, barra de formica, objetos varios–, como en la cocina, materializada en un menú único a base de buenos productos de la zona que cambia según su inspiración y el mercado del día. Fresco como el aire de abril.
- Los inspectores de la Guía MICHELIN