Una estrella MICHELIN: una cocina de gran fineza. ¡Compensa pararse!
Productos de primera calidad, una evidente fineza en la elaboración, sabores marcados y una notable regularidad en la confección de los platos.
“Una cocina de arribada”. Así es como el joven y talentoso chef Guillaume Leclere (antiguo discípulo de Marc Veyrat) se refiere a su creatividad culinaria, enfocada a lo esencial. Sus productos de proximidad (pescado mediterráneo, cordero de Cantal) son de una frescura irreprochable. El éxito hace que la reserva sea obligatoria.
- Los inspectores de la Guía MICHELIN