A pocos pasos de la histórica Alcazaba y sobre algunos vestigios romanos, visibles a través del suelo de cristal, este restaurante se presenta como una opción más que apetecible tanto para tapear como para comer o incluso tomar una copa, pues también dispone de una agradable terraza. La carta, con una buena selección de entrantes Joselito y escogidas carnes a la brasa, está muy pensada para compartir.