Si busca un restaurante en el centro de Málaga, a escasos metros de la Catedral, esta puede ser una magnífica opción. El encantador e íntimo local, con muy pocas mesas (la mayoría de ellas, de hecho, están sobre la misma calle peatonal donde se encuentra), apuesta por una interesante oferta gastronómica de fusión que combina la creatividad con algunos detalles o rasgos culinarios sudamericanos; no en vano, el chef Emi Schobert, que dice buscar su inspiración "en el mar, la montaña y los productos locales", es natural de Argentina. Dado el tamaño y el éxito... ¡recomendamos reservar!