A solo unos pasos de la Biblioteca Nacional hay un restaurante que defiende los sabores tradicionales y la esencia de esa cocina que nunca pasa de moda, con uno de sus puntos fuertes en los pescados y las carnes a la parrilla. La carta, habitualmente con platos contundentes, siempre tiene un guiso del día y dos especialidades que no puedes perderte: el famoso Cocido de Carmen de tres vuelcos (primero la sopa, luego los mantecosos garbanzos pedrosillanos y, finalmente, las carnes) y la emblemática Tortilla de Betanzos (en la sala hay un marcador que indica las que han servido... ¡desde 2014!).