Florent Ladeyn, gran defensor de la despensa regional de su tierra, es el alma de un local que reivindica el título de “comedor flamenco”. Marco atípico (un antiguo taller de carpintería), buenos productos naturales y recetas originales. No tiene teléfono: las reservas se hacen por internet o en persona.
- Los inspectores de la Guía MICHELIN