En medio de la naturaleza y lejos del gentío, un lugar para amantes de la exclusividad y las caminatas. No en vano hay que recorrer un tramo a pie para llegar a este encantador y pequeño restaurante acondicionado en una residencia del s. XVI. El premio: platos de la tierra de incuestionable frescura y a base de excelentes materias primas.
- Los inspectores de la Guía MICHELIN