Mon dieu! Qué gusto sentarse en la terraza con vistas a los pólderes o en el luminoso interior de este antiguo claustro. Ian Wittevrongel se divierte en este restaurante de atmósfera informal dando la palabra a su experiencia. El chef trabaja únicamente a la carta y da muestras de su buen oficio a través de unos sabores potentes. Cero adornos: solo productos de calidad.
- Los inspectores de la Guía MICHELIN