Resulta sorprendente, tanto por su ubicación en una antigua fábrica de carruajes como por su constante deseo de emocionarnos, siempre desde el sabor y la pasión.Tras su agradable jardín presenta dos salas de diseño minimalista, una asomada a la cocina mientras la otra, más acogedora, se halla entre los muros en piedra de lo que fue la carpintería. El chef Albert Sastregener propone, a través de dos menús y una pequeña carta con platos extraídos de los mismos, unas elaboraciones creativas de gran nivel técnico, respetuosas con la tradición catalana pero sin cerrar las puertas a sabores foráneos; no en vano, uno de sus productores Km 0 (Hidenori Futami) le proporciona verduras y brotes originarios de Japón. ¡Ofrece una "mesa del chef" para cuatro comensales (todos con el Menú del Chef)!