Dos estrellas MICHELIN: una cocina excepcional. ¡Merece la pena desviarse!
Los mejores productos, se realzan gracias a la experiencia y la inspiración de un chef con talento, que firma con su equipo platos sutiles, impactantes y, en ocasiones, muy originales.
¡No hace falta viajar hasta París para deleitarse con un buen bistró francés! Inaugurado en 1987, este animado local con las mesas muy pegaditas propone magníficos platos de corte creativo, con interesantes mezclas de sabores y con un sello único.
- Los inspectores de la Guía MICHELIN