Pequeño y encantador restaurante ubicado en un edificio histórico de la parte vieja de Cádiz, junto al parque (Plaza de España) donde se halla el monumento a la Constitución de 1812. Juan Carlos Borrell, pupilo durante varios años del laureado chef valenciano Ricard Camarena, de quien dicen que aprendió a coger el punto a los arroces, defiende una cocina que evita los artificios para concentrar los esfuerzos en salvaguardar el recetario tradicional gaditano y potenciar cada sabor. Dentro de su carta, no muy amplia, no deje de probar la Poleá, un postre típico que... ¡adaptan a la temporada!