La vida, tanto en el mundo profesional como en el personal, suele exigir un constante crecimiento para estar en vanguardia, ese famoso "renovarse o morir" del que han hecho gala innumerables cocineros en sus idearios culinarios. El chef Álvaro Garrido, siempre bien apoyado en la sala por Lara Martín, no es ajeno a esa dinámica y, precisamente ahora, está inmerso en ese proceso de reinvención, pues abandona el exitoso establecimiento de Marzana (el que dicen que es el distrito "indie" de Bilbao) para ir a un local más amplio en el corazón del barrio de Indautxu.¿Su propuesta gastronómica? Sigue defendiendo una cocina da autor con elementos de fusión, dando protagonismo a esos productos que le llevan, día tras día, sus proveedores locales de confianza (pescado fresco del Cantábrico, carnes selectas, setas de temporada, caza...). A su vez, sigue permitiendo que los clientes vean todo el proceso creativo, pues la cocina abierta a la sala continúa ejerciendo como eje o foco dinamizador.