Una estrella MICHELIN: una cocina de gran fineza. ¡Compensa pararse!
Productos de primera calidad, una evidente fineza en la elaboración, sabores marcados y una notable regularidad en la confección de los platos.
Un marco único, en el que podremos admirar el maravilloso trabajo realizado por el maestro escayolista Richard Bieber. El personal es muy atento y la simpática propietaria esta siempre pendiente de que todo funcione correctamente. El chef nos deleita con platos modernos y de mercado, sublimados por hierbas y especias magistralmente dosificadas. Además los precios son bastante razonables.
- Los inspectores de la Guía MICHELIN