Una estrella MICHELIN: una cocina de gran fineza. ¡Compensa pararse!
Productos de primera calidad, una evidente fineza en la elaboración, sabores marcados y una notable regularidad en la confección de los platos.
Quien más, quien menos, todos en Barcelona reconocen este restaurante como... ¡el templo del clasicismo culinario! Tras medio siglo de servicios y vicisitudes, la familia Monje ha conservado los valores de una casa que parece anclada en el tiempo, pues ha sabido actualizarse sin perder un ápice de su personalidad. En este elegante marco, de genuino ambiente Belle Époque, el joven chef David Andrés defiende una cocina continuista con el espíritu clásico que les avala, técnicamente bien actualizada, con un producto escogido y suculentos platos de caza en temporada. La bodega, visitable y a seis metros bajo tierra, destaca por su colección de vinos nacionales y franceses. ¿Un plato destacado? Pruebe el Pato asado en su propio jugo “a la presse”, un icono inamovible en su carta... ¡desde 1967!
- Los inspectores de la Guía MICHELIN