En el elegante jardín de invierno del venerable Brenners se come con unas magníficas vistas al parque termal, en particular desde la terraza. Platos elaborados con productos de primerísima calidad como, por ejemplo, el rape con champán, pancetta y fregola sarda. Deje un poco de sitio para el exquisito Apfelpfannkuchen, todo un clásico de la pastelería alemana.
- Los inspectores de la Guía MICHELIN