Una estrella MICHELIN: una cocina de gran fineza. ¡Compensa pararse!
Productos de primera calidad, una evidente fineza en la elaboración, sabores marcados y una notable regularidad en la confección de los platos.
Los gastrónomos viajan hasta este templo culinario como quien va a un centro de peregrinación, pues aquí han desvelado los secretos del fuego... ¡hasta domarlo! Bittor Arginzoniz, el chef, propietario y alma de la casa, lo apostó todo por un sueño, por una manera de ser y trabajar, lo que le llevó a reformar un caserío del s. XVIII ubicado en su pueblo, Axpe - Atxondo, a los pies del Anboto. Su propuesta es única por ofrecer alta cocina a la parrilla, para lo que juega con distintos tipos de leña (encina, cepas de vid, el roble de las cubas usadas...), utensilios inventados por él mismo y un curioso sistema de poleas que le permite variar la altura de las parrillas para controlar los puntos de cocción. ¿Consejos? Reserve con tiempo, mínimo dos meses, pues hay una enorme lista de espera.