Sigue fiel al concepto de "gastroguachinche" y ha sabido iniciar una nueva etapa en Tegueste, sin olvidar nunca sus orígenes como un sencillo guachinche familiar (establecimiento autóctono donde se servía cocina casera y vino cosechero). El restaurante, con una amplia sala de ambiente rústico-elegante y vistas tanto al litoral como al océano, propone una cocina desenfadada, actual y sumamente personal, siempre con platos contundentes, el producto canario como protagonista y la sana intención de reinventar el recetario isleño. La carta, que encierra platos singulares como la Burrata de leche fresca de vaca de Tenerife (viene con tomates del mercadillo del agricultor de Tegueste) o la Carrillera al listan negro de la casa, se completa con dos menús degustación (de 6 y de 8 pases). ¡También hay una zona chill out donde se pueden organizar eventos!