Está junto a la parroquia de Sant Andreu de Santanyí, una zona especialmente animada los días de mercado, y ocupa una antigua casa mallorquina que destaca por su coqueto patio-terraza, donde tienen un vistoso limonero. Ofrecen una sencilla carta de estilo mediterráneo y la opción de un menú degustación, construido en base a los mismos platos. ¿Una sugerencia? Nos ha gustado su Carpaccio de lengua de ternera con col salteada, alcaparras y pimentón Tap de Cortí.