Si busca una experiencia culinaria que emane la esencia gallega debe reservar mesa en esta casa; no en vano "Ceibe" significa precisamente eso: "Que tiene capacidad para escoger y dirigir su forma de actuar o de pensar".Los encurtidos, los escabeches y los marinados son los signos de identidad de este local, próximo a la Catedral y con unas llamativas paredes en piedra que nos atan a la tradición, lo que no quita para combinarlas con una estética minimalista y una cocina totalmente integrada en la sala. Lydia del Olmo y Xosé Magalhaes buscan que todo fluya ante el comensal en una propuesta que traza un interesante recorrido por la geografía gallega, con platos emblemáticos como el Boliño de cocido o la curiosa Tarta de sopas de burro cansado, un postre con el que Lydia recupera los sabores de su abuela. Sus menús degustación, Enxebre y Esmorga, están muy vinculados al terruño y... ¡siempre empiezan con una queimada muy personal!