Se halla en una de las avenidas más importantes de la localidad, a tiro de piedra de la popular playa de Muro, por lo que se presenta como una magnífica oportunidad si deseas vivir una experiencia gastronómica.En su moderna sala, con una gran bodega acristalada (tienen más de 400 referencias), la cocina a la vista y una parte a modo de jardín de invierno, podrás degustar una cocina de fusión que, como defienden aquí, conjuga "producto, memoria e influencias". Desde sus fogones, el joven tándem formado por los chefs Aleix Serra y Marc Marsol nos plantea dos menús degustación (Plenitud y Esencia) donde quieren sacar a la luz la esencia de la cocina mallorquina, siempre en base a los productos de la isla (cultivan su propio huerto a las afueras de la cercana Alcudia) y dejando la puerta abierta a algún que otro guiño internacional. ¿Platos destacados? Nos ha gustado el plato Albufera (con pato madurado, cenizas y foie) y el helado Tambor, elaborado con técnicas antiguas.