Restaurante de línea minimalista, dominado por los tonos oscuros, con el que se busca rendir un homenaje al territorio, al hierro, al fuego, a la artesanía… y a esas comidas en familia, o con amigos, que todos atesoramos en la memoria; de hecho, cuenta con una gran mesa central que recuerda... ¡el espíritu de los "Txokos"!De la original cocina de leña (la llaman "la mákina"), que fue diseñada por el propio chef Alatz Bilbao (durante cinco años trabajó como tornero fresador) para añadir parrillas y una zona donde hacer ahumados en caliente, surge un único menú degustación, de marcadas raíces vascas y construido siempre en torno a pocos productos bien armonizados, todos de proximidad y respetuosos con la temporada (nos ha encantado el plato Pez/Ajilimojili, un lomo de mero reposado en cámara y elaborado sobre brasa, con la piel crujiente, que acompañan con un garum de ternera, aceite y vinagre de txakoli). ¡La sorprendente vajilla, realizada con restos de metal, también es obra del chef!