Patricio Reich, el fundador de la bodega Renacer, desvela el secreto de sus vinos: "Una combinación de tres factores muy valiosos: nuestra gente, un terroir único mendocino y nuestra pasión por la excelencia". Con estos mimbres no podía fallar la parte gastronómica a la hora de entender el entorno, pues su idea es ofrecer una experiencia total y descubrir el territorio desde todos los ángulos posibles. El restaurante como tal se encuentra en un anexo de la bodega, con una agradable terraza al lado del lago y unas románticas vistas, tanto a la torre de piedra de inspiración toscana como a la imponente Cordillera de los Andes. Se suele ver la bodega nada más llegar (un corto paseo entre las vides y visita, tanto a los tanques de acero para la fermentación como a sala de barricas) y a continuación se pasa al comedor, donde proponen tres menús (2, 3 o 5 pases). ¡En ocasiones también ofrecen un picnic y ofertas más informales, como su degustación de quesos, fiambres o empanadillas!