Si además de comer bien busca una experiencia gastronómica... ¡no dude en visitarlo! El local, no muy amplio pero coqueto e informal, está llevado por Jennise Ferrari, una chef venezolana asentada en esta ciudad desde 2013 y que defiende la cocina de fusión en base a los productos locales, intentando siempre presentar unos platos atractivos con detalles viajeros (mexicanos, asiáticos, nikkeis...). ¿Qué pedir? Entre sus especialidades, muchas pensadas para compartir, están el Magret de pato, los Nigiris de arroz a la cubana o de pabellón criollo venezolano (con carne de Wagyü), el singular EscaViche de conejo, su Aguachile de lubina...