El nombre de este restaurante, ubicado en una casona del s. XVIII, está cargado de intención, pues refleja la relación profesional que el chef Eduardo Quintana mantuvo con el ciclismo; no en vano, la frase de Albert Einstein que luce a la entrada (La vida es como andar en bicicleta. Para mantener el equilibrio hay que estar en movimiento) marca su conducta ante la vida.Dispone de un agradable patio-terraza, donde puedes tomar los primeros aperitivos, y un simpático interior de ambiente rústico-retro. La propuesta, muy centrada en los productos de temporada y proximidad, se centra en tres menús degustación donde conviven las técnicas clásicas con las más actuales: La Grande Boucle, La Grande Boucle Versión Extendida (ambos con opción de maridaje) y, solo bajo reserva previa, el denominado Vegetariano/Pescatariano/Vegano. ¿Quieres vivir una experiencia aún más completa? Visita, antes de comer, el huerto que tienen a 1 km (no es mala idea llevar calzado de repuesto).