Con este acogedor local de la Roma Norte, los creadores de Rosetta y de Lardo nos presentan un nuevo concepto para comer a cualquier hora del día. Desde la fachada rosa hasta el interior a rebosar de vegetación, todo en el Bella Aurora destila encanto, elegancia y sencillez. La panadería y la bollería son las estrellas del desayuno, mientras que para el almuerzo y la cena el protagonismo recae en una cuidada cocina italiana contemporánea. La materia prima es de calidad y la ejecución impecable: un primero muy recomendable puede ser el pulpo con patatas ligeramente escabechado. La pasta nunca falla, especialmente las conchiglie con ragú de atún, chile y aceitunas de Kalamata. También hay principales y pizzas, pero conviene dejar sitio para el postre: un tiramisú hasta o quizá una tabla de quesos con focaccia de hierbas y arándanos.