Sorprende en esta pequeña localidad y presenta dos ambientes bien diferenciados (el modesto bar original donde sirven el menú del día, decorado con cabezas de toro, y el cuidado comedor contemporáneo donde ofrecen tanto el servicio a la carta como su menú degustación). Encontrarás muchos platos en formato de tapa, un apartado de cocina nipona que juega con la fusión y lo que llaman El Catarrás, un proyecto que recupera culinariamente la gallina murciana.