El restaurante gastronómico del hotel Ohla Barcelona, un edificio inconfundible por los ojos (globos oculares) con los que el artista Frederic Amat ha decorado sus fachadas neoclásicas, busca una nueva visión de la cocina reinterpretando conceptos y propuestas.Romain Fornell, el chef francés al frente, plantea una cocina mediterránea de raíces galas que, siempre en base a productos de temporada, sabores reconocibles y acertados maridajes, quiere involucrar más al comensal. Aparte de las habituales mesas de la sala, de diferentes tamaños, encontrarás una cocina abierta que llama la atención por tener vistosos cazos de cobre colgando de la campana y una "mesa del chef" en torno a ella, en forma de "U", con capacidad para 14 clientes. Ofrece unos interesantes menús degustación (Tierra y mar, Celebration y Vegetariano) y dos opciones un poco más económicas al mediodía. ¿Uno plato emblemático de la casa? No dejes de probar su delicioso Macarrón "Mar y Montaña", con bogavante y foie gras.