Un restaurante, con alma de gastrobar, que se está convirtiendo en una parada obligada para todo aquel que visita Barcelona.El encantador local, con elegantes detalles decorativos, presenta tanto platos tradicionales como actuales, todos de excelente nivel técnico y con presentaciones tan cuidadas que, en ocasiones... ¡es muy difícil no hacerles una foto! Fieles a la filosofía marcada por los propietarios, naturales de la pequeña localidad de Mont (en la Val d'Aran), aquí trabajan con producto estacional y de proximidad. La carta y los menús (hay uno más largo con materias primas de temporada) atesoran sorprendentes snacks, tapas vanguardistas, platillos para compartir... siempre con un servicio impecable. ¿Lo que más nos ha gustado? Las propuestas de temporada están buenísimas (Colmenilla, queso Reixago y carrilleras, Guisantes a la vainilla, chirlas y avellana...) pero también hay platos que están presentes todo el año, como su espectacular Mochi de sobrasada ibérica y queso Mahón.