Una casa de gestión familiar que sorprende, por su gran nivel culinario, en la comarca gerundense de La Selva.El cuidado restaurante, que debe su nombre a los tres magnolios centenarios que rodean el edificio (s. XIX), se completa con una agradable terraza para las sobremesas, uno de los puntos fuertes del negocio. El chef al frente, Víctor Torres, defiende una cocina moderna y técnica que procura no perder de vista los valores tradicionales, por lo que trabaja mucho con productos locales y de origen ecológico a la hora de plantear su propuesta, una pequeña carta y dos menús degustación (Tast y Les Magnòlies) ¿Una frase que les guía? La toman prestada del gran Joan Miró: "Un cocinero se convierte en artista cuando tiene cosas que decir a través de sus platos, como un pintor en un cuadro".