Contrafuerte oriental de los Alpes, este extenso pulmón verde se extiende al oeste de Viena confiriendo a los distritos más periféricos cierto encanto campestre. A poquísima distancia de la gran capital, los Bosques de Viena constituyen un agradable lugar para pasear y oxigenarse. También custodia algunos tesoros históricos y culturales: monasterios, pueblos y parques se van sucediendo a través de una naturaleza de lo más generosa. Y eso por no hablar de los pueblos escondidos entre las viñas, a los que se viene a probar sus mostos y vinos nuevos.