La opinión de la Guía Michelin
Situado a los pies de los Bosques de Viena, Grinzing sigue siendo un bonito pueblo de coloridas casas rodeado de viñas a pesar de presión inmobiliaria que las va carcomiendo poco a poco. Su principal atracción son sin duda las tabernas de los viticultores (Heurigen), donde la gente viene a probar los vinos jóvenes. El pueblo, que se llena de animación al caer la tarde, recobra la tranquilidad cuando el reloj de la iglesia da las doce campanadas.