Construida entre 1874 y 1889 para el barón Ferdinand de Rothschild en estilo renacentista francés, esta casa solariega alberga la espléndida colección Rothschild, compuesta por lienzos holandeses, flamencos, franceses e ingleses, mobiliario, porcelana de Sèvres, tapices franceses del s. XVIII realizados en la Savonnerie y otras numerosas obras de arte.