La opinión de la Guía Michelin
Como su nombre indica, este museo solo podía estar consagrado a las Fallas. La costumbre de quemar muñecos de cartón y madera se remonta a la Edad Media y estaría vinculada a los carpinteros, que tenían por costumbre quemar virutas y trastos viejos el día de San José. Antes de fabricar estas figuras, muchas veces con la cara de personajes que nos gustaría ver desaparecer de la vida social o política, se quemaban restos de madera. Los ninots del museo van de 1934 hasta nuestros días. En 2016 las Fallas fueron declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.